*CUIDADO Y CONSERVACIÓN DE CONSOLADORES*
Lávalos antes y después de usarlos con *agua tibia y jabón neutro* o con los *productos limpiadores específicos* para juguetes sexuales.
No hay nada más efectivo que una doble limpieza.
Si limpias el juguete antes de su uso ayudas a eliminar todas las bacterias que se hayan podido depositar durante el tiempo que no se ha utilizado.
Combínalo con una buena limpieza posterior y te asegurarás de que no quedan restos de bacterias.
¿Tu juguete es nuevo?
Es importante que lo laves antes de usarlo por primera vez.
Recuerda: que sea nuevo no significa que esté listo para su uso inmediato.
Utiliza preservativo
Tanto si tienes pensado compartir tu juguete como si lo usas en solitario, es importante que lo utilices con un preservativo.
Si vas a estimular distintas zonas del cuerpo o en caso de que lo utilicen distintas personas dentro de la misma sesión, asegúrate de que utilizas un preservativo diferente para cada zona y pareja sexual.
Es importante tomar precauciones a la hora de compartir nuestros juguetes sexuales, ya que esta práctica aumenta el riesgo a contraer enfermedades.
Si la forma del juguete no permite el uso de condón y no conoces bien a tu pareja sexual, no lo compartas. En este caso se recomienda tener un juguete para cada uno.
¿Cómo y dónde guardar los juguetes eróticos?
Elegir el lugar donde guardar tus juguetes sexuales es tan importante como su limpieza. Y es que cuidándolos de forma adecuada mantendrás su forma y harás que duren más tiempo.
Algunos fabricantes incluyen sus propias bolsitas de almacenaje. Si no es tu caso, puedes guardarlos en un neceser o una bolsa de satén, así como en una caja o recipiente cuyas condiciones higiénicas sean óptimas.
No utilices la caja original del producto, ya que no tiene por qué reunir las condiciones higiénicas adecuadas para su mantenimiento.
Antes de *guardar* tu juguete sexual, es importante que esté *limpio y completamente seco* Si tienes varios juguetes, guárdalos en bolsitas o recipientes separados, de forma que no entren en contacto unos con otros.
A la hora de elegir dónde colocarlos, elige un lugar fresco y seco, alejado de cualquier fuente de calor y de la exposición solar. Si quieres tenerlo en la mesita de noche, guárdalo en un cajón (siempre dentro de tu bolsita o caja) y nunca lo dejes a la luz o en superficies donde pueda acumular polvo y otras bacterias.